Pasar de 6 millones de turistas anuales a sólo 45
La isla indonesia de Bali lleva dos años sin recibir visitantes. Es uno de los ejemplos más drásticos del impacto de la pandemia sobre el turismo.

De los millones de europeos, asiáticos y australianos que escogían este paraíso como destino han pasado a unas pocas decenas. El Aeropuerto Internacional Ngurah Rai ha estado cerrado y en el último trimestre del año ha operado vuelos internos de conexión con la capital del país, Yakarta. La llegada de los 45 ha sido por mar, en embarcación privada. Sin duda es la cifra más baja registrada nunca en Bali.
La economía de Bali se ha resentido fuertemente. Se trata de una isla en la que la población vive con índices de pobreza y el golpe al turismo ha empeorado la situación.



