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La sequía en Cataluña afecta al turismo

La situación excepcional que vive Cataluña por la falta de agua la está llevando a una situación complicada. Las reservas hídricas son tan bajas que han obligado a la Generalitat a establecer medidas de ahorro.

El sector del turismo no es ajeno a este episodio. Algunas de las medidas como restringir el llenado de piscinas, la limitación del riego de jardines o el corte de aguas públicas (fuentes y duchas de la playa) impactan directamente sobre la actividad. Por lo que respecta al llenado de piscinas, en el último momento la Agencia Catalana del Agua (ACA) ha dado marcha atrás y por ahora permiten que los alojamientos puedan mantenerlas.

En Cataluña todo el mundo está a la espera de cómo evoluciona la meteorología. El sector turístico cruza los dedos para que la administración no adelante la decisión de cortar el suministro en determinadas franjas del día durante la temporada estival.

Embalses al 27% de su capacidad

En las manifestaciones públicas, por ahora, las autoridades salvan los meses de verano, aunque son necesarias las precipitaciones porque con las reservas de agua actuales en los embalses (al 27%) no queda claro si se podrán evitar medidas de restricción más drásticas en la temporada alta. Más de la mitad del territorio catalán se encuentra en situación de riesgo o de alta excepcionalidad. Y en estas zonas se concentran casi 6 millones de habitantes y prácticamente el 90 % de los turistas que llegan a Cataluña.

Si no llegan las lluvias en septiembre se pueden producir cortes de agua

La ACA ha recordado al sector turístico que se acumulan 30 meses sin lluvias productivas, una situación que no se daba desde el año 1915. La Agencia ha hecho un llamamiento a las empresas turísticas a optimizar el consumo y los recursos hídricos.

Por su parte, el sector del alojamiento está preocupado por las informaciones que vinculan el elevado consumo de agua a los turistas. Según la información publicada por el diario El País, el cliente de un hotel de lujo gasta cinco veces más agua que un vecino de la ciudad de Barcelona. Mientras, el diario La Vanguardia, en un artículo sobre la crisis climática explicaba que, según datos de la Organización Mundial del Turismo, un ciudadano europeo consume entre 50 y 200 litros de agua cuando está en casa y en cambio, un turista puede llegar a consumir más de 400 litros de agua por día

Se avecina un debate peligroso para el sector turístico. El compromiso por la sostenibilidad, por la eficiencia, el ahorro y la responsabilidad que tienen las empresas del sector no parece que esté ganando la batalla del relato. Los visitantes son identificados como una contrariedad ante el problema de la sequía.

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