El balance turístico de esta Semana Santa, en buena parte, se puede considerar satisfactorio. La oferta limitada de alojamiento que ha permanecido abierta ha obtenido un porcentaje de ocupación elevado, entorno al 60%. La restauración, de forma particular, ha sumado unos días muy positivos.

Un tema diferente es la llegada de turistas extranjeros para estas fechas que ha sido muy limitada. El turismo internacional se puede considerar inexistente o testimonial para el sector estos días de Semana Santa, a pesar de algunas imágenes de jóvenes franceses de fiesta por Barcelona. En la Ciudad Condal solo ha abierto el 25% de la planta hotelera.
Los destinos de playa y los destinos de montaña por igual se han visto respaldados por la afluencia de turistas. Los porcentajes de ocupación se calculan sobre las plazas abiertas. En la Costa Daurada y la Costa Brava el comportamiento de la actividad se ha situado en una horquilla que va del 60% al 80% de la ocupación. Mientras, en las Tierras del Ebro declaran haber tenido unos resultados casi superiores a los del 2019 y en el Pirineo han registrado hasta un 90% de la ocupación.




