El rechazo social hacia la industria turística preocupa al sector

Preocupación en el sector turístico por la reputación negativa y el rechazo social hacia la industria. A pesar de tener la tasa de paro juvenil más alta de Europa, sectores como la hostelería tienen dificultades para encontrar personal. El motor económico principal sufre de desconsideración social.

Falta de vocación: No existe una dedicación activa de jóvenes interesados en formarse en hostelería y turismo. Según datos del Observatorio de la Formación Profesional, el sector necesitará 1.300.000 empleados en una década. El estigma de trabajo mal remunerado y de baja calidad es uno de los principales factores.

La inquietud del sector se ve amplificada tras las manifestaciones del pasado fin de semana en ciudades como Barcelona, Palma, San Sebastián o Granada, donde miles de personas protestaron contra el turismo masivo. Las convocatorias, secundadas por decenas de organizaciones vecinales y ecologistas, denuncian la turistificación de los barrios, el encarecimiento de la vivienda y la sobrecarga de infraestructuras. Estas movilizaciones reflejan una creciente desconexión entre la percepción ciudadana y la actividad turística, alimentando la preocupación del sector.

La sociedad ve al sector como un depredador de recursos y derechos laborales. El transporte por la contaminación y la restauración por los bajos salarios y malos horarios son los más estigmatizados. Sin embargo, los ciudadanos no quieren renunciar a su derecho a viajar y disfrutar del ocio.

Tras los movimientos anti-turismo, el sector empieza a concienciarse de la necesidad de revertir la pérdida de imagen colectiva. Hostelería, viajes y turismo representan entre el 12% y el 14% del PIB español, y no quieren sumirse en una baja autoestima. El sector del turismo denuncia que la sociedad culpa al sector de problemas de los cuales no tiene responsabilidad.