
Los precios vinculados al consumo turístico siguen en aumento: en junio se registró un incremento medio del 4% respecto al mismo mes de 2024. Según datos del INE, los vuelos nacionales fueron el componente que más se encareció (+11,9%), seguidos del transporte marítimo de pasajeros (+7,4%) y el alojamiento en campings y albergues (+4,4%).
Aunque la subida afecta a todas las categorías, se observa una brecha entre servicios sueltos y paquetes combinados. Los paquetes turísticos nacionales apenas subieron un 0,6%, y los internacionales un 0,5%. De hecho, estos últimos muestran una bajada interanual del 4,1% en lo que va de 2025.
Destaca especialmente el encarecimiento acumulado de los hoteles, con un aumento del 30,1% desde enero. También los vuelos domésticos se han encarecido un 22,5% en ese mismo periodo, empujando al alza el conjunto de precios turísticos.
Este contexto de costes estructurales elevados (energía, servicios, personal) combinado con una alta demanda prevista para el verano genera inquietud entre los operadores turísticos, que alertan de un posible desajuste entre precios y capacidad de gasto del cliente.
En los últimos tres años, según el INE, los paquetes turísticos nacionales se han encarecido un 44%, mientras que los internacionales lo han hecho un 18,2%, una dinámica que podría estar enfriando la demanda en plena campaña estival.