La contaminación está poniendo en riesgo la imagen de la actividad crucerista. Con motivo del Día Mundial del Medioambiente han aparecido datos que van contra la línea de flotación del turismo de cruceros.
Los buques destinados a esta modalidad turística provocan emisiones equivalentes al 15% de la polución de óxido de nitrógeno que producen los vehículos en Europa. El grupo Carnival Corporation (Costa Cruises, P&C Cruises, AIDA) según un estudio medioambiental con datos de 2017, calcula que ha emitido diez veces más dióxido de azufre que los 260 millones de vehículos que circulan por los países europeos del mediterráneo. Hace pocos días el gigante Carnival ha aceptado pagar en Estados Unidos una multa de 18 millones de euros (20 millones de dólares) por diferentes violaciones ambientales.
Los cruceros tienden a incorporar energías más limpias. Los grandes buques aún no han implantado tecnología que permita cero emisiones. Las baterías o el combustible de hidrógeno están en fase de prueba para estas embarcaciones. Una opción más realista, por ahora, es la conexión eléctrica del crucero durante la escala en puerto. La parada de los motores de gasoil y la electrificación del buque ayuda a reducir las emisiones.