Carta Europea de Turismo Sostenible para empresas del Ebro
Veinte empresas turísticas que trabajan en el Parque Natural del Delta del Ebro han conseguido el certificado de la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS). 20 de las 26 empresas que optaban han superado la auditoría d’Europarc. El Delta recibió en 2009 el premio EDEN de Destino de Excelencia que otorga la Comisión Europea por su conservación y puesta en valor de los recursos naturales del territorio.
En 2007 el Parque recibió la distinción CETS y el siguiente paso en este proceso era certificar a las empresas que trabajan. Se han controlado las mejoras de eficiencia energética y de ahorro de agua así como su vinculación al territorio. Con esta acreditación las empresas tienen un valor añadido para promover su actividad. Además de estas 20 empresas, Cataluña cuenta con 19 más acreditadas en el Parque Natural de la Garrotxa. En el conjunto de España hay poco más de 150.
El Ebro continúa sus esfuerzos por obtener un desarrollo cuidadoso del turismo. El premio EDEN o la Carta CETS son algunos ejemplos del trabajo que se realiza por el turismo en una zona natural protegida que busca una oferta turística sostenible.
Laúd “Lo Sirgador”
Otra iniciativa reciente que responde a criterios de sostenibilidad, identidad cultural y calidad es la puesta en marcha este verano del laúd “Lo Sirgador”, que realiza cada fin de semana La Gran Ruta del Ebro, entre Amposta y Miravet.
Esta gran ruta se estructura de forma que permite enlazar y conectar con otras actividades y productos turísticos de Terres de l’Ebre, como son la visita al centro histórico de Tortosa, la conexión con la Vía Verde para hacer rutas en bicicleta o la visita al castillo de Miravet.
Existen diferentes posibilidades para disfrutar de este producto turístico de uno o dos días: Tortosa desde el Delta del Ebro; Tortosa desde el Delta del Ebro + Bicicleta; La Gran Ruta del Ebro; Una Experiencia Gastronómica río arriba; El Castillo de Miravet desde Benifallet; y Vía del Ebro y Vía Verde, entre otras.
Uno de los valores añadidos de esta propuesta de turismo fluvial es que el laúd tiene una estética similar a la de los que hace unas décadas navegaban por el río, hecho que contribuye a trasladar al turista a la época en la que estas embarcaciones formaban parte del paisaje habitual del río. La capacidad de la embarcación es de 53 personas y la iniciativa está pensada especialmente para familias, parejas y grupos (escolares, tercera edad y empresa).
El objetivo principal de esta nueva propuesta es la de dinamizar y vertebrar el territorio uniendo la navegabilidad con la oferta turística cultural y de naturaleza que existe en los alrededores del río.