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El Puente de diciembre impulsa la ocupación turística en Cataluña con picos cercanos al lleno en interior y Pirineo

El Puente de la Inmaculada cerró con resultados muy positivos para el sector turístico catalán, confirmando las previsiones optimistas y reforzando algunas tendencias consolidadas en los últimos años: el peso del turismo de proximidad, la preferencia por entornos naturales y el comportamiento de reserva de última hora como patrón dominante.

Las mejores cifras se registraron en las comarcas de interior y de montaña. El turismo rural del Pirineo y el Prepirineo de Girona y Lleida rozó el lleno, con ocupaciones del 90% al 95%, impulsadas sobre todo por grupos de familias y amigos procedentes del área metropolitana de Barcelona. Fue también un buen inicio de temporada de nieve: los hoteles del Pirineo de Lleida alcanzaron porcentajes de entre el 80% y el 85%, mientras que los establecimientos situados a pie de pista en la Val d’Aran lograron niveles similares. En cambio, núcleos más urbanos como Vielha o Les se situaron entre el 50% y el 70%, con una demanda muy concentrada en alojamientos vinculados directamente al esquí.

En Girona, la tendencia fue prácticamente idéntica: el 95% de ocupación rural en interior y Pirineo contrastó con el comportamiento más moderado de la Costa Brava, que se quedó alrededor del 45%. Según el sector, las reservas para Navidad y San Esteban ya muestran un notable crecimiento, especialmente en casas de alquiler completo, mientras que Fin de Año ya roza el 90% en muchas zonas.

En la provincia de Tarragona, el balance también fue muy positivo. Tarragona ciudad volvió a destacar con ocupaciones próximas al 100%, consolidando la desestacionalización del turismo urbano. En el interior, comarcas como el Priorat, la Conca de Barberà o la Terra Alta superaron el 85%, con un visitante mayoritariamente catalán interesado en naturaleza, gastronomía y enoturismo. El comportamiento fue más heterogéneo en la costa: el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre registraron cerca del 80%, mientras que el Baix Penedès se movió en torno al 50% debido al cierre parcial de oferta hotelera propia de final de temporada.

El sector coincide en que la meteorología estable y las buenas condiciones de nieve en Baqueira y otras estaciones fueron determinantes para estimular reservas de última hora. También señala que la actividad comercial y festiva previa a la Navidad benefició claramente a la restauración, que registró una afluencia intensa tanto de visitantes como de público local.

En conjunto, el Puente de la Inmaculada 2025 dejó un balance muy positivo para el turismo catalán, con un mapa de ocupación muy sólido en todo el territorio y perspectivas igualmente firmes para las fiestas navideñas y el resto de la campaña de invierno.

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