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De la envidia a la satisfacción por los demás

La ubicación de Barcelona World en las comarcas de Tarragona ha abierto el debate territorial entre el empresariado turístico.

El debate está abierto en referencia a las inversiones millonarias que sobrevuelan Cataluña últimamente, sean de la mano de Sands (Adelson) o de Barcelona World.

Hemos leído en varios medios comentarios a favor y en contra -como siempre nunca llueve a gusto de todos- y si añadimos los intereses partidistas ya tenemos opiniones para todos los gustos.

Lo que más me ha llamado la tención han sido las opiniones de algunos líderes sectoriales turísticos del país -o dicho de otra manera, de algunos empresarios- que han manifestado su opinión al respecto. Vayya por delante que todas las opiniones son respetables, aunque no todas sean compartidas.

Encuentro muy débil el punto de vista de algunos compañeros empresarios del sector turístico a la hora de analizar las propuestas aunque a menudo desconocemos la letra pequeña de los proyectos y sólo sabemos emplazamiento probable, inversión y niveles de empleo futuro en caso de que el proyecto tire adelante, y poca cosa más.

He leído puntos de vista que rayan la envidia territorial, si se hacen desde Girona o comarcas, y duelen porque demuestra que la visión empresarial es muy corta.

Es evidente que como empresario de las comarcas gerundenses, preferiría que alguno de estos proyectos se hiciera aquí. Personalmente no me desagrada que se hagan en un lugar vecino, es más, me alegra saber que como mínimo cerca de casa hay grupos empresariales que tienen más empuje que nosotros. ¿Por qué no pasamos del lloro y nos ponernos a trabajar para ser capaces de desarrollar proyectos de futuro para nuestras comarcas?

El empresariado catalán, y el que más conozco, el gerundense, está muy acostumbrado a que nos saquen las castañas del fuego, siempre pidiendo a las distintas administraciones que asuman promociones e inversiones sin rascarnos el bolsillo. Me temo que esta situación, en los tiempos que corren, ya se ha acabado y ahora hace falta ver de verdad quién tiene conocimientos y capacidad para tirar adelante sin el respaldo del dinero público.

No debemos ver esto como una crítica, mejor como un despertador que nos pone en marcha de buena mañana, para iniciar por nosotros mismos proyectos de futuro. O como mínimo para repensar los existentes, ponerlos al día para mirar de satisfacer a los pocos clientes que todavía nos son fieles y están satisfechos de nuestros servicios.

Yo me alegro que el Sr Adelson, haya escogido Madrid y que Barcelona World invierta en las comarcas de Tarragona, seguro que desde aquí, las comarcas de Girona, también sacaremos provecho como hemos sabido hacerlo con Port Aventura.

Joan Gou i Campamar

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