Cataluña ha recibido la certificación Biosphere Responsible Tourism que otorga el Instituto de Turismo Responsable (ITR), miembro de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y adscrito al Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC).
Cataluña se convierte así en el primer gran destino turístico integral que, más allá de ciudades o destinos más concretos, logra esta certificación transversal que garantiza al viajero disfrutar de una experiencia sostenible, protegiendo la cultura, mejorando la economía local y disminuyendo el impacto en el medio ambiente. En Cataluña, la ciudad de Barcelona y la Val d’Aran ya disponen de este sello.
Desde el ITR, se destacan algunos de los requisitos que está trabajando Cataluña y que la han hecho merecedora de esta distinción: la concienciación sobre el uso racional del agua y por el ahorro energético; las políticas de compensación de las huellas de CO2; y la implicación de todos los departamentos de la Generalitat y del sector privado en favor de la sostenibilidad. El presidente del ITR, Tomás Azcárate, ha afirmado que “Catalunya ha asumido la responsabilidad de trabajar por un modelo de turismo sostenible y este rol se verá reflejado en la Cumbre Mundial del Turismo Sostenible que tendrá lugar el 26 y 27 de noviembre en Vitoria.
El presidente del Global Sustainable Tourism Council (GSTC), Luigi Cabrini, ha destacado que “históricamente Cataluña ha trabajado mucho por el turismo sostenible y es un orgullo para nosotros que un destino tan reconocido internacionalmente reciba esta certificación porque nosotros también salimos reforzados”.
El Plan Estratégico de Turismo de Cataluña 2012-2016 impulsa un modelo de turismo responsable, ambientalmente sostenible, socialmente inclusivo y universalmente accesible. En este sentido, el consejero Felip Puig ha destacado que “esta certificación supone un reconocimiento internacional a la tarea que estamos llevando a cabo en colaboración con las diferentes instituciones y con una buena concertación con el sector privado. En definitiva, un reconocimiento a nuestro modelo de turismo comprometido con la sostenibilidad que ahora, para Cataluña, ya no es sólo una obligación, una necesidad y una oportunidad de negocio, sino una convicción y un valor ético que hemos interiorizado”.
La certificación llega después de poco menos de un año en que se ha llevado a cabo un proceso intenso de definición, validación, auditoría y certificación, “y no es un punto y final sinó un aliciente más para continuar mejorando y mantenernos como un destino turístico líder en el mundo”, ha asegurado Puig.