La ciudad de Eivissa lleva ya 26 años como Patrimonio de la Humanidad
La Declaración de la Unesco tuvo lugar bajo la denominación “Ibiza, Biodiversidad y Cultura”
Eivissa fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el 4 de diciembre de 1999. Con ello iniciaba el nuevo siglo posicionándose en el mapa turístico internacional con una identidad muy distinta a la que tenía la isla desde la década de los años 60. Se puede afirmar que empezó su nuevo futuro, ya que este reconocimiento permitía superar el tópico de sol, playa y fiesta por el que se conocía mundialmente a la isla. A partir de ese momento se puso en valor la cultura milenaria de la ciudad de Eivissa, así como su rica biodiversidad, al tiempo que sus habitantes tomaron conciencia de la importancia del legado histórico.

Poco a poco la Declaración fue atrayendo a un público interesado en el turismo cultural, rural, deportivo y gastronómico sin renunciar al sol y playa. Todas las opciones que ofrece la ciudad pueden consultarse en la web de Turismo de Eivissa. En este sentido también hay que recordar que la isla siempre ha tenido un turismo familiar muy destacado, como se reconoce con el sello Ibiza Family Moments.
El reconocimiento de la Unesco sobre la Biodiversidad y Cultura se refleja en cinco puntos significativos:
- Valor excepcional:reconoce su «valor universal excepcional», es decir, que sus bienes pertenecen a todos los pueblos del mundo.
- Protección y conservación:impulsa la gestión y conservación de estos sitios, coordinando inversiones y promoviendo proyectos culturales.
- Identidad y conciencia:refuerza la identidad de la isla y la conciencia de sus habitantes sobre la importancia de su legado.
- Turismo y desarrollo:atrae turismo cultural y natural, generando un desarrollo sostenible basado en la riqueza de la isla.
- Legado para el futuro:asegura que este patrimonio material e inmaterial se cuide y se transmita a las próximas generaciones.
Los elementos declarados Patrimonio de la Humanidad
La Unesco reconoció hasta cuatro elementos en su Declaración, que, en su conjunto, conforman esa importancia cultural y biodiversa. Son los siguientes:
- Dalt Vila (recinto amurallado):la acrópolis de la ciudad de Eivissa, con sus murallas renacentistas, castillo y catedral, es un ejemplo excepcional de ciudad fortificada costera. Aquí es donde se pueden seguir las huellas de los fenicios que fundaron la ciudad y todas las civilizaciones posteriores que se asentaron en ella: cartagineses, romanos, árabes y cristianos.
- Poblado fenicio de Sa Caleta:aquí comienza la historia. Se trata de los restos de un poblado fenicio del siglo VIII a.C., que muestra la primera fase de colonización fenicia en el Mediterráneo occidental.
- Necrópolis de Puig des Molins:se trata de un cementerio fenicio-púnico que ofrece un testimonio único de la vida social y las prácticas funerarias de estas culturas.
- Praderas de Posidonia Oceánica:los fondos marinos cercanos albergan las praderas mejor conservadas de esta planta marina endémica y verdadero pulmón del Mediterráneo. Su existencia es vital para la claridad del agua y la biodiversidad del Mare Nostrum.

En el año 2024, coincidiendo con el 25 aniversario de la Declaración, Eivissa reforzó su compromiso con la protección y promoción de su patrimonio único.
Y este año, la celebración se ha centrado en un concierto que ha servido para estrenar la Orquesta de Cámara Ciudad de Ibiza, que nace en el seno del Patronato Municipal de Música.
Tenéis más información sobre todo ello en este folleto editado por el Ayuntamiento de Eivissa y en la información específica que hay en su web AQUÍ.
También podéis consultar lo que significa para la Unesco el patrimonio mundial, cultural y natural y la misión del organismo de las Naciones Unidas recogido en su tratado internacional aprobado por la Unesco en 1972 AQUÍ.



