Dedos cruzados ante un verano caótico en los aeropuertos
El talón de Aquiles del turismo son los aeropuertos. Cientos de miles de viajeros confían sus vacaciones a un avión. Los viajes son desplazamiento y los aeropuertos la infraestructura necesaria para poderlo satisfacer.

Dañar uno de los pilares económicos esenciales, también sociales, requiere de una reflexión. Todavía es reciente la declaración del estado de emergencia ante la huelga de controladores aéreos que llevó el ejército a hacerse con el mando del espacio aéreo, o la huelga del personal de seguridad que obligó a la Guardia Civil a ponerse al frente de los filtros de acceso de las terminales.

Crucemos los dedos para que la situación de caos que se puede generar no afecte de forma irremediable el sector turístico. Sobre todo en un año como el presente donde el comportamiento de nuestros visitantes está siendo una incógnita. Algo está cambiando pero no sabemos, por ahora, interpretarlo.



