BNEW ha dedicado una sesión a la sostenibilidad y el turismo
La Diputación de Barcelona ha liderado una mesa redonda donde se ha explicado que la sostenibilidad es un elemento vertebrador para un turismo más responsable

La sexta edición del Barcelona New Economy Week – BNEW empezó ayer y, dentro del sector de la sostenibilidad, dedicó la primera sesión a hablar de turismo. Lo hizo con una mesa redonda donde participaron Raquel Sánchez, presidenta de Paradores de Turismo de España; Ariana Martín, directora general del Real Club de Golf El Prat; y Javier González, consejero de turismo del Consell Comarcal del Baix Llobregat.
La encargada de dirigir la sesión fue Elisabet González, jefa de la Oficina Técnica de Turismo de la Diputación de Barcelona, que recalcó que turismo y sostenibilidad son indisociables en temas como la adaptación al cambio climático, el medio ambiente, la movilidad, la redistribución de la riqueza y la cohesión territorial, entre otros. También recordó que la última encuesta de percepción turística reflejó que uno de cada tres turistas decide su destino con criterios de sostenibilidad, que un 40% de los turistas afirmaron que estaban dispuestos a pagar algo más para tener servicios o atractivos turísticos sostenibles, y que hay más de 1.200 empresas adheridas al programa de trabajo del compromiso por la sostenibilidad.
Inició el debate preguntando por el valor añadido de la sostenibilidad.
Raquel Sánchez explicó que Paradores lleva la sostenibilidad en su ADN, puesto que cuando nacieron –el 2028 celebrarán el centenario– ya propusieron establecimientos especiales en zonas menos visitadas, pero con el atractivo de tener la naturaleza cerca. Al ser una empresa pública, su valor añadido sería “las tres D”: diversificación, desestacionalización y descentralización. Y como ejemplo, comentó que los paraderos que han tenido más ocupación este verano han sido lo de Tordesillas, el de Benavente y el de Molina de Aragón. También habló del programa “Naturaleza para los sentidos”, con que los paradores ofrecen diferentes actividades para conseguir un buen impacto social en el territorio.
Para el Real Club de Golf El Prat –entidad con 120 años de historia–, Ariana Martín ve la sostenibilidad como una oportunidad. El club ya se adaptó a los nuevos retos cuando hace veinte años tuvo que cambiar su ubicación por la ampliación del aeropuerto de Barcelona y se reubicó entre Sabadell y Terrassa, en un corredor entre dos parques naturales. Esto supuso un gran reto medioambiental y lo afrontaron bajo tres objetivos: mejorar el entorno, devolviendo a la zona el paisaje autóctono; mejorar la biodiversidad en términos de flora y fauna; y que el agua utilizada para el riego fuera agua 100% regenerada, proveniente de la depuradora de Terrassa. Ahora el resultado es un campo de 45 hoyos perfectamente integrado en el entorno, con más de 3.000 encinas y robles –que se trasplantaron para hacer el campo–, y donde los jugadores conviven con mucha fauna. Además, Martín destacó la creación del programa “Club Sostenible 360”, que es una directriz fundamental de su plan estratégico.

Por su parte, Javier González mencionó que la sostenibilidad es una palanca que ayuda a cohesionar y a mejorar la calidad de vida de los residentes y la competitividad de las empresas del Baix Llobregat. Recordó que la comarca es bastante diversa, desde el delta del Llobregat hasta la falda de la montaña de Montserrat. Son 30 municipios diferentes que se alinean con una visión compartida. “La vertebración territorial queda reflejada en nuestro plan estratégico, que pretende reforzar nuestra identidad y el orgullo de ser del Baix Llobregat”. El valor añadido de la sostenibilidad comporta que el turismo tenga que llegar a todo el mundo y en toda la comarca. Y de este modo, el territorio tiene que progresar sin perder identidad y tiene que ser capaz de ofrecer un turismo alternativo a las grandes masificaciones. “Tenemos muy claro que no hay desarrollo sostenible sin pensar en las personas, que tienen que estar en el centro de la planificación, y que los primeros que tienen que disfrutar del territorio son los residentes”. Puso como ejemplo “los Siete Balcones de Montserrat”, siete vistas panorámicas desde siete municipios diferentes que permiten ver las montañas de Montserrat desde diferentes perspectivas y que promueven nuevos itinerarios de senderismo y de ciclismo. Otros ejemplos son el Plan de Sostenibilidad Turística Costa Barcelona Delta del Llobregat, que recupera dunas y litoral; o las campañas gastronómicas, como “Sabores de la huerta”, o la dedicada a la alcachofa. Finalmente recordó que un centenar de empresas se han adherido en el programa Biosphere, que lidera la Diputación de Barcelona. Se trata de empresas que han decidido de manera voluntaria que la sostenibilidad va con ellas y que crean objetivos de mejora continua en esta línea.
Para acabar la sesión del BNEW, Elisabet González pidió a los participantes que explicaran los principales retos a que se enfrentan y las oportunidades de mejora que tienen para trabajar la sostenibilidad turística, tanto para los destinos como para las empresas.
Para Paradores, los principales retos son trabajar las externalidades negativas que el turismo genera en las ciudades, especialmente en los destinos más maduros. Hay que tener muy claro que el turismo debe tener impactos positivos para todo el mundo.
Ariana Martín dijo que el golf es motor turístico: cada año llegan 1,5 millones de personas que vienen a jugar a golf. Uno de los problemas que surge es la barrera fitosanitaria, por una regulación europea en que el golf no se entiende como una actividad esencial, sino más bien se basa en parámetros de consumo y esto limita poner a punto los campos. El otro gran reto que tienen es el cambio climático, porque aunque se riegue con agua regenerada, hay que minimizar su uso, puesto que la sequía ha venido para quedarse. Hace falta, pues, buscar fórmulas innovadoras, a través de las hierbas y de sistemas de innovación de riego más eficientes. Y también hay que trabajar en la innovación tecnológica. En este sentido, dijo que “las máquinas autopropulsadas tendrán un impacto muy importante en nuestro sector”.
En el Baix Llobregat uno de los principales retos es la cohesión y tener una gobernanza que una todos los municipios y dé valor al conjunto. El otro reto es la presión metropolitana, con una zona urbana importante. “Nuestro deber es proteger aquello que nos hace únicos: río, parque agrario, delta, montaña, parques, cuevas… El patrimonio natural y el cultural se tienen que preservar para minimizar el impacto negativo que puede provocar el turismo”. La innovación tecnológica, el Big Data, el Machine Learning, el internet de las cosas o la IA nos tienen que ayudar a tener un destino turístico inteligente, para que tomemos decisiones inteligentes y no solo con el objetivo de captar visitantes, sino para distribuirlos inteligentemente por todo el territorio y que nos aporten un valor donde todos ganamos.
El Barcelona New Economy Week – BNEW es un acontecimiento B2B físico y digital que agrupa acontecimientos singulares de Aviación, Industria Digital, Movilidad, Sostenibilidad, Talento, Salud y Experiencia, todos bajo un denominador común que es la nueva economía. Organizado por el Consorcio de la Zona franca de Barcelona tiene lugar hasta el 2 de octubre al DFactory del polígono de la Zona franca.
Las sesiones pueden seguirse gratuitamente por streaming registrándose previamente en su plataforma digital. Lo podéis hacer AQUÍ.
La Diputación de Barcelona trabaja para promover en la provincia de Barcelona un turismo sostenible y respetuoso con el entorno desde el punto de vista medioambiental, pero también sociocultural y económico. El objetivo: contribuir a la transición hacia destinos más sostenibles, climáticamente comprometidos, y que garanticen un equilibrio entre el crecimiento económico local derivado del turismo y la protección de los recursos naturales y culturales. La prioridad es preservar la identidad cultural, el medio ambiente y el bienestar de las comunidades locales, al tiempo que se proporcionan experiencias enriquecedoras y memorables a los visitantes.
En este contexto, la Diputación de Barcelona lidera 3 proyectos en el marco de los Planes de Sostenibilidad Turística en Destino (PSTD) para ayudar a los municipios a avanzar hacia un modelo de turismo sostenible y que cuentan con 9,4 millones de euros de los fondos europeos Next Generation y financiados por la Unión Europea. Se trata del PSTD Vies Blaves Barcelona, que rehabilitará más de 250 kilómetros en los cauces de los ríos Llobregat, Cardener y Anoia para realizar rutas a pie y en bicicleta; el PSTD Espais naturals i turisme sostenible, para impulsar el turismo sostenible en el Parque Natural del Montseny, Parque Natural de San Lorenzo del Munt y el Obac, Parque del Garraf, Parque de Olèrdola, Parque del Foix y Parque de la Serralada Natura; y el PSTD Costa Barcelona Delta Llobregat, con acciones innovadoras para fomentar un turismo sostenible de sol y playa.
En colaboración con la Diputación de Barcelona