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El sector catalán de la nieve burla la crisis

Con la venta de 2.213.481 forfets, casi un 20% más que el año pasado, las estaciones de esquí catalanas han cerrado una temporada que la Acem califica “récord” tanto por lo que respecta a nivel de gruesos de nieve como de duración.

Tras dos temporadas marcadas por un descenso en el número de esquiadores y una meteorología adversa, este año han sido seis meses -desde el 8 de noviembre y hasta el 10 de mayo, fecha en que cerraron Boí Taüll Resort y Masella-, llenos de actividad en un sector que parece haber evitado la crisis.

Según el gerente de la Acem, Joaquim Alsina, “si en vez de encontrarnos en una situación de crisis económica, hubiéramos vivido un momento de expansión como la temporada 02/03, el crecimiento hubiera sido excepcional”.

Dos acontecimientos han marcado la temporada blanca 08/09. Por un lado, el sector catalán del esquí ha celebrado su Centenario y por otro la celebración en La Molina de tres campeonatos del mundo: la Copa del Mundo Femenina de Esquí Alpino, la Copa del Mundo para Discapacitados y la Copa del Mundo de Snowboard.

Este año, las 16 estaciones de esquí catalanas han invertido un total de 22 millones de euros para mejorar sus instalaciones. Una vez acabada la temporada de invierno, muchas de ellas siguen activas durante el verano, con actividades para disfrutar de la montaña en esta época del año.

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